Un día termina y la cabeza no. Las notificaciones siguen brillando, las listas pendientes se hacen largas, y el cuerpo pide ...

¿Y si el truco no fuera comer “mejor”, sino moverte un poco después? Tres cuadras. Quince minutos. Justo cuando el cuerpo ...

A veces las uñas cuentan la verdad que escondemos con esmalte. Se rompen, se pelan, se vuelven opacas después de semanas de ...

Los aerosoles prometen “brisa marina”, pero dejan un rastro que no ves: fragancias sintéticas, propulsores, una sensación ...

Ese momento: tienes invitados, hay risas en la cocina y alguien pregunta “¿qué hacemos para cenar?”. La opción fácil es pedir ...

Empiezas el día con café y, aun así, a media mañana el cuerpo flojea. El pico, la bajada, el bostezo que no perdona. Entre ...

Un olor te saca de donde estás y, sin pedir permiso, te planta en otro lugar de tu cabeza. Un pan recién horneado te calma, ...

La primera vez que pinté una pared en terracota fue un sábado lento, de esos en los que se oye la cafetera y el mundo va a ...

Lo notas cuando la ciudad aún bosteza. En la cocina solo suena el agua subiendo en la cafetera y una ventana que se abre como ...

Tu casa no te pide otro organizador, te pide espacio para respirar. Cada estante saturado es una decisión que se aplaza, un ...

Hay días en los que la piel se siente como papel cansado: rugosa en la frente, con poros que se asoman en la nariz y ese ...

Ese día empieza como tantos: la cabeza ruidosa, el cuerpo en piloto automático y una lista de tareas que no perdona. La ...